Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

miércoles, febrero 28, 2007

.

¿Para qué me quieres,
amor?



Para morder la risa que se enreda en tus costillas, para restarle un testigo a la necia oscuridad, para arañar los huecos que se confunden. Para abrazar las distancias sin finales, para bailar un quiebro en todas tus cinturas, para desnudar el aliento que te busca. Para compartir la asfixiante impaciencia de la piel, para secuestrar los miedos que juegan al escondite, para envolver la incertidumbre que abrasa el instante. Para que tiemble la mejilla de la dama y parpadee el silencio de la zorra
. Para apuñalar los ecos adormecidos del cuerpo, para desvestir la mente de las miserias del corazón, para que respiren las palabras entre tu boca y la mía.



Para que aúlle la muñeca
y se arquee tu hembra bajo nuestros gritos enmudecidos.