Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

martes, enero 23, 2007

oroitzapen I


Pónmela otra vez viejo.


M
e esperé a mi misma toda la tarde.
Indecisa y perezosa, esquivaba con excusas la calle. Me harté. Salí sin mí. El periódico, una coleta, dos botas y un paraguas. Rumbo a la mesa del fondo. ¿Qué hago aquí? Nada que no hiciera allí "¿Lo de siempre?" No. Quiero otro camarero, otras caras, otras historias y otra ciudad. A estas horas de un lunes vacío vagan vuestras barrigas desde las cervezas de la larga barra hasta las tazas de esta mesa de formica y madera, la del fondo, la de siempre, la que alguna vez nos hizo de cama. Estoy cansada de todos vosotros. Os conozco. A ti, a tu padre, a tu abuela y a tus hijos. Sé donde vives, de que te ríes y porqué mientes.

-Tu café.
-¿Me das Fuego?
-Quédatelo, es propaganda de la casa
(...)
-Tiempo sin verte, nena.
-Sí.
-Traes mala cara, a saber en qué andas

Yo también te quiero. Lo pienso, pero no lo digo, nunca lo digo. Y es cierto. Demasiados años. Demasiados sueños apilados desde la bandeja a la fregadera. Tú elegiste quedarte aquí, nosotros hace tiempo que nos escapamos con un grillete de ida y vuelta atado al bolsillo. Todavía estoy pagando a plazos mi billete. Que tengo mala cara dice el viejo. ¿Qué contará mi cara? ¿Qué leerán en mi cuerpo? Éste que hoy he vestido de recuerdos. Hace calor entre estas cuatro paredes. Cuándo cambiarás los cuadros, eres un nostálgico. Esa litografía pegajosa te la regalamos nosotros. Jodido vaquero, me queda pequeño. Siempre tuviste buen oído viejo. Las noticias de papel engañan el llanto seco. Haces como que no me ves.

Pónmela otra vez viejo. Dejo de leer, y comienzan a escribir mis piernas en tus baldosas. La costura se cuela entre los pliegues y el tanga. Pónmela otra vez viejo. Tu risa cómplice empieza a toser. Joder, mira que estás cascado. Cuídate. "Ya no quedan aplausos, ¿te acuerdas?" Recuerdo... pero no me acuerdo cómo se canta de pie sobre un barril, sin micrófono y con una cuchara. Tanto con poco. Todo con nada. Echa la persiana viejo, yo te ayudo, que esta vez yo no me quedo dentro.

2.004

Etiquetas: