Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

lunes, enero 29, 2007

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El problema no es que un día te levantes y descubras que una compañía telefónica, que encima no es la tuya, te ha cambiado de número sin avisar y se lo ha regalado a otro. El problema es que desapareces. Y como nunca te autollamas, tardas una semana en enterarte. Mientras tanto no has estado localizable pero han contestado al otro lado. Y la voz que responde debe ser más dulce que la tuya, y a todos les cae mejor. Mi madre dice que es más cariñoso, que la escucha y que se acuerda de preguntar por todos los médicos; mi hermana me reprocha que yo no le doy consejos tan buenos y que ya no me necesita; mi abuelo está feliz, le han prometido llevarle de viaje al pueblo. Hasta del trabajo han debido llamar y que les ha solucionado un par de papeletas en un pis-pas, con rapidez, eficacia y eficiencia “no como otras”. En las clases de Contac ha dado su nombre y me ha dejado sin plaza; ha pasado la revisión médica de la empresa por mi y debo estar “sanísimo”; mi casera no me coge el teléfono y sospecho que me quiere echar. Mi chico está muy raro y se pone a tartamudear cuando le pregunto porqué comunica siempre; y mis amigos y amigas le han organizado dos cenas-sorpresa de bienvenida

Y aunque me he llamado a mi misma y me entiendo mejor que nadie, tengo una cosa muy clara, no pienso pagar la factura que está borrando mi vida, (aunque tampoco sé si quiero recuperarla).