.
Hoy he perdido un zapato, la puta mercedita se ha salido sola. Y el chico que caminaba detrás de mí se ha dado cuenta antes que yo. Para cuando he sentido la fría acera contra la planta de mi pie y me he girado, éste ya se había agachado y me la ofrecía, de rodillas, con una medio sonrisa contenida.
Cual cenicienta.
<< Descalza