Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

domingo, octubre 09, 2005

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La decisión de vivir en la ciudad y optar por desgastar suelas ha supuesto en estos últimos meses, un severo detrimento en el uso de mi Método para desinflar “egos interactivos con los siempre peligrosos: límites”. Es simple, consiste en pisar el acelerador a fondo y no lamentarse -ser un jíbaro implica autonegarse todo arrepentimiento, es un rito de actitud y convicción en el que el resto de implicaciones sobran-, si un pisotón (patadón...) mal calculado provoca la explosión de la cabeza de turno que has colocado debajo del pedal al iniciar el viaje. Conducir libera. Los 100 km. de hoy me han sabido a poco.