Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

martes, julio 26, 2005

.

Antes de torcer la esquina,
ya sabía que la estaría esperando escondido.

Antes de que le tapara la boca para que no gritara,
ya estaba llorando en seco.

Antes de que le susurrara al oído “tranquila, soy yo”,
ya tenía las bragas mojadas.

Antes de follar sin tregua, consuelo ni huecos,
ya estaba vistiendo su sudor.

Antes de recoger sus desgarros del suelo,
ya los estaba almacenando en su caja de recuerdos.