Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

martes, junio 28, 2005

insomnium

Como cada noche el diablo se ha quedado mirándola. Lucifer es paciente. Espera a que ella se acueste y asome sus cansados ojos sobre el embozo de las sábanas para retener su mirada. Ella dice ven, de hoy no pasa. Se acerca a su lecho, ella le hace un hueco. Satán se apaga.

Furiosa y hastiada, en su búsqueda ella palpa, recorre, rastrea, olfatea, araña, muerde y golpea su cuerpo endemoniado. Mierda, ha vuelto a perder, será castigada. Rendida y agotada su alma yace inerte mientras las sombras la poseen. Cada penetración es igual de dolorosa que la anterior, se siente una y otra vez desvirgada.

Otra noche sin luz, y todo por no encontrar el maldito interruptor de los sueños a tiempo.