Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

miércoles, febrero 09, 2005

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Aprendiendo a desabrochar camisas sin botones,
se te escapa la risa que yo atesoro en la palma de mi mano cerrada. No voy a abrirla. No puedo. Ya no es mía. Es de las caricias y las cosquillas que se han quedado a vivir en ella para despertarme cada mañana. Tuyas. Tuya. tuya. (¿Has visto bitxo? con minúscula bien mayúscula)