Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

martes, enero 25, 2005



Vale que lo estaban anunciando. Vale que cuando esta mañana he salido de casa (después de que despejaran las carreteras), lo diera por hecho (que tal vez hoy no iba a poder regresar). Vale que adoro la nieve y conducir embrutece, afila y embellece mis instintos. Vale que he sido previsora y llevo en el bolso una braga y un cepillo de dientes. Vale que la autopista pese a la tormenta estaba relativamente despejada. Vale que con la pedazo ventisca que me he encontrado al salir de la reunión e ir por el coche, era para esperar sentada. Vale que me he guardado las gafas en el bolsillo porque no tienen limpia. Vale que desde el lugar de reunión hasta el despacho el trecho ronda los dos km. Vale que soy una niña (he dicho NIÑA) con recursos, y sé poner las cadenas aunque tarde una hora. Vale que el munipa me ha parado con el grito: “¿dónde va señora?” (¡¡señora!!! Agggghh) “¡aparque el vehículo!” (miniderrape) a 500 metros de la oficina. Pero lo que no vale, lo que no vale (o ya me vale..) es que al bajarme del coche haya sido cuando las he echado en falta. Perdidas. Así que ya lo sabéis estimad@s lectores/as, burma está incomunicada y cegata. ¿Alguien por ahí de Vitoria-Gasteiz que me invite a cenar? Necesito un lazarillo.