Refugiada
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Huir para resbalar entre la masa de plastilina que moldea la ciudad. Desayunos de media noche con el lápiz, afilado, en la mano y el papel en el estómago; ese que te devuelve las palabras del desencuentro. Vómito. Resaca de ayeres. Acidez en los pies, nauseas en la lengua. No tienes hambre. Hoy no, pero sabes que mañana volverás a beber. Para sobrevivir. Vivir. Ir. Borracho, en mi.
Soñé que te comía la boca, con cuchillo y tenedor.
¿Dónde vas Descalza? ¿Por estas calles en las que he llorado mis vidrios rotos? Ciega y sueca, esquivo las deudas que me reclama el suelo.
(i)
Huir para resbalar entre la masa de plastilina que moldea la ciudad. Desayunos de media noche con el lápiz, afilado, en la mano y el papel en el estómago; ese que te devuelve las palabras del desencuentro. Vómito. Resaca de ayeres. Acidez en los pies, nauseas en la lengua. No tienes hambre. Hoy no, pero sabes que mañana volverás a beber. Para sobrevivir. Vivir. Ir. Borracho, en mi.
(ii)
Soñé que te comía la boca, con cuchillo y tenedor.
(iii)
¿Dónde vas Descalza? ¿Por estas calles en las que he llorado mis vidrios rotos? Ciega y sueca, esquivo las deudas que me reclama el suelo.
(iv)
Ella es regazo para mecerse, de piel y tierra.
Para todos los que creen en mi tiempo.
(v)
Para todos los que creen en mi tiempo.
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