Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

jueves, octubre 21, 2004

Doblando el sueldo (y el espinazo)

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Cuentas que en el bosque no hay lianas, contesto que yo no nunca vi toboganes en el asfalto, pero haberlos haylos (¿se escribe así?). Manzanas traigo. Se han trenado los atrasos, y la tortilla se ha pinchado regada con 2 cafés en el estómago (la nueva cocina), ya van 7; 9 minutos para comer en el descanso inventado de las 4 y cuarto; 138 kms en 5 viajes a régimen de dietas; 21 cigarros sin colilla ni vida para 3 peleas sin ring, ni KOs; 14 caras con 102 preguntas ("¿quién es quién?); 16 horas en 2 litros de agua (¿porqué no será salubre la oxigenada?); una sola espalda; aire 0. Se acabó tu tiempo, no hay prórrogas. Vales por dos, cobro por una y regalo entradas gratuitas. Sesión doble y taquillera. El lunes serás tres. Padre, hijo y espíritu santo. Mañana a las 7 me pierdo dentro. Todos fuera. Párpados de piedra y suelas sin esquela, aquí tenéis vuestra percha, ¡al armario!. Lo sé, lo sé (cara aparentemente compungida)... sólo aplazo, acumulo, escaqueo…, pero hoy creo en los milagros y cuando el 25 sea bota, playera y zapato, recordaré el tacto de la hierba húmeda bajo mis pies descalzos