Tatuaje
Tiene tu sexo una arruga por cada vicio con el que has jugado a tatuar tu piel. Mírate al espejo, eres un lienzo en blanco y negro. Mírate. Mírala. Está cansada y seca. Necesita unas manos que la hidraten. Abres tus piernas y cierras tu boca para que no se te escape un "quédate". Se te olvidó compartir. Que la coloreen con el sabor de una caricia, con el tacto de un susurro, con el guiño de un intento, con el sudor de una ilusión, con el olor de todos los besos. Deja que entre dentro, al fondo a la izquierda. Abre tu boca y cierra tus piernas para encadenarlo a ellas.
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