Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

sábado, diciembre 13, 2014





Ella es la señora que lleva el corazón guardado en el bolso. Ella es la que te hace trampas mientras pasea la espera atada a su correa. Calle arriba, calle abajo, acaba siempre en el parque de sombras de la esquina. De la esquina a tu cocina. Un café. De tu cocina a tu boca. Abre la boca y susúrrale un beso. Obedeces justo cuando el despertador la desvela. Y entonces se levanta, se ducha de ti, se viste de mentiras, se peina la tristeza y sale a alquilar, para llegar a fin de mes, otro corazón roto. Que nunca es el tuyo, ni el suyo.





Foto Marta C Dehesa
 







Había dragones en tus ojos. 
Pequeños, tramposos, inquietos. 


Dices que dormían sin mi. 
Dices que sólo vuelan si pueden posarse en mi boca.
Dices que te queman. 



Y mientras, ellos sólo juegan.