Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

lunes, enero 29, 2007

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El problema no es que un día te levantes y descubras que una compañía telefónica, que encima no es la tuya, te ha cambiado de número sin avisar y se lo ha regalado a otro. El problema es que desapareces. Y como nunca te autollamas, tardas una semana en enterarte. Mientras tanto no has estado localizable pero han contestado al otro lado. Y la voz que responde debe ser más dulce que la tuya, y a todos les cae mejor. Mi madre dice que es más cariñoso, que la escucha y que se acuerda de preguntar por todos los médicos; mi hermana me reprocha que yo no le doy consejos tan buenos y que ya no me necesita; mi abuelo está feliz, le han prometido llevarle de viaje al pueblo. Hasta del trabajo han debido llamar y que les ha solucionado un par de papeletas en un pis-pas, con rapidez, eficacia y eficiencia “no como otras”. En las clases de Contac ha dado su nombre y me ha dejado sin plaza; ha pasado la revisión médica de la empresa por mi y debo estar “sanísimo”; mi casera no me coge el teléfono y sospecho que me quiere echar. Mi chico está muy raro y se pone a tartamudear cuando le pregunto porqué comunica siempre; y mis amigos y amigas le han organizado dos cenas-sorpresa de bienvenida

Y aunque me he llamado a mi misma y me entiendo mejor que nadie, tengo una cosa muy clara, no pienso pagar la factura que está borrando mi vida, (aunque tampoco sé si quiero recuperarla).

martes, enero 23, 2007

oroitzapen I


Pónmela otra vez viejo.


M
e esperé a mi misma toda la tarde.
Indecisa y perezosa, esquivaba con excusas la calle. Me harté. Salí sin mí. El periódico, una coleta, dos botas y un paraguas. Rumbo a la mesa del fondo. ¿Qué hago aquí? Nada que no hiciera allí "¿Lo de siempre?" No. Quiero otro camarero, otras caras, otras historias y otra ciudad. A estas horas de un lunes vacío vagan vuestras barrigas desde las cervezas de la larga barra hasta las tazas de esta mesa de formica y madera, la del fondo, la de siempre, la que alguna vez nos hizo de cama. Estoy cansada de todos vosotros. Os conozco. A ti, a tu padre, a tu abuela y a tus hijos. Sé donde vives, de que te ríes y porqué mientes.

-Tu café.
-¿Me das Fuego?
-Quédatelo, es propaganda de la casa
(...)
-Tiempo sin verte, nena.
-Sí.
-Traes mala cara, a saber en qué andas

Yo también te quiero. Lo pienso, pero no lo digo, nunca lo digo. Y es cierto. Demasiados años. Demasiados sueños apilados desde la bandeja a la fregadera. Tú elegiste quedarte aquí, nosotros hace tiempo que nos escapamos con un grillete de ida y vuelta atado al bolsillo. Todavía estoy pagando a plazos mi billete. Que tengo mala cara dice el viejo. ¿Qué contará mi cara? ¿Qué leerán en mi cuerpo? Éste que hoy he vestido de recuerdos. Hace calor entre estas cuatro paredes. Cuándo cambiarás los cuadros, eres un nostálgico. Esa litografía pegajosa te la regalamos nosotros. Jodido vaquero, me queda pequeño. Siempre tuviste buen oído viejo. Las noticias de papel engañan el llanto seco. Haces como que no me ves.

Pónmela otra vez viejo. Dejo de leer, y comienzan a escribir mis piernas en tus baldosas. La costura se cuela entre los pliegues y el tanga. Pónmela otra vez viejo. Tu risa cómplice empieza a toser. Joder, mira que estás cascado. Cuídate. "Ya no quedan aplausos, ¿te acuerdas?" Recuerdo... pero no me acuerdo cómo se canta de pie sobre un barril, sin micrófono y con una cuchara. Tanto con poco. Todo con nada. Echa la persiana viejo, yo te ayudo, que esta vez yo no me quedo dentro.

2.004

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domingo, enero 21, 2007





Extractos para pintarrajear un cuento pendiente


(Holly) - ¿Conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo?
(Fred) - ¿Color rojo? querrá decir negro.
(Holly) - No, se puede tener un día negro porque una se engorda o porque ha llovido demasiado, estás triste y nada más. Pero los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué.

(Fred)
- La gente se enamora, las personas se quieren entre sí porque es la única forma que tienen de conocer la verdadera felicidad. Crees que eres libre, que tienes un espíritu salvaje. Te aterra que alguien te encierre en una jaula. Pero en realidad ya estás en una jaula. La has construido tú misma. Y no tiene nada que ver con Texas o Somalia. Estará contigo donde quiera que vayas. Porque no importa cuánto corras, siempre terminarás encontrándote contigo misma.


Recordatorio: No vuelvas a verla mientras te merienda una tarde de domingo mojándote cual churro con cholocate, ya que como bien sabe Holly:

- No se puede leer una cosa así sin llevar los labios pintados.


miércoles, enero 17, 2007

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Cada año adopto un vicio (o dos) nuevos. Y con la teína, lo reconozco, me estoy convirtiendo en una fashion victim. Lo de la "Purifica Tea" multinfusión: armonía para tu Cuerpo y tu Mente, fue amor a primera vista.

Ilusa que es una, olvidé que soy de vejiga indolente.

Ortiga, menta crespa, escaramujo, menta piperita, te verde y pétalos de rosa, se han ido a lo largo de la noche por el retrete, como un amante que se pira de madrugada y encima te despierta para joderte el sueño.

martes, enero 16, 2007

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- ¿Un cansancio que es un despropósito, dices?

- Eso mismo: como...

- ¿Como qué?

- Como un domingo del revés

(en el que los que bostezan no son las intenciones)

domingo, enero 14, 2007

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Deseo es abrir el centro del silencio.

Deseo es detener los días.
Deseo es bebernos la frente.
Deseo es revolcarnos inquietos.

Deseo es incendiar mi ternura contra tus dedos.
Deseo es aprender a sangrar los gritos que callan.
Deseo es envolverse en llamas de semen y agua.
Deseo es buscarse en cada gemido y en todos los besos.

Deseo es arrancar palabras y acordes de tu cuerpo.




miércoles, enero 10, 2007


Escepticismo:
(1) Consciencia que nos prostituye; (2) frustración del personaje desvirgado a precio de saldo, iluso himen desangrándose (como la primera vez) a base de arañazos de afilados glandes.

lunes, enero 08, 2007

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la admiración es la clave.

esa pequeña, especial y cómplice.



por cómo pela la manzana o el tono con el que encandila a niños y mayores, por su imaginación o su memoria, por sus fotos tan horriblemente suyas o por su extenso vocabulario, por los garbanzos que cocina o por su pseudo-gazpacho, por sus pequeñas ideas absurdas o su sentido de la orientación, porque sabe vivir sin móvil, porque canta cuando conduce, por el gusto que tiene al escoger los zapatos o por el arte que tiene envolviéndolos, por lo que sabe de las comadrejas plañideras, por la forma de hacer cosquillas y de rascarme la tripa, porque acaba los crucigramas, por cómo mueve el culo cuando anda, porque me pinta las uñas, porque me deje que se las corte, porque sabe siempre que tipo de bombilla necesita cada lámpara, por sus paranoias infantiles, porque me escribe pos-its con una letra ininteligible cuando me quedo en la cama, porque vuela la cometa a la primera, porque sabe hacer el pino y dar 7 volteretas seguidas bajo el agua, por las caricaturas, porque recuerda pasajes enteros de sus libros favoritos, por roncar suave, por moldear figuritas con la miga de pan, por lo concienzudo (y lento) que friega los platos, por la seguridad que te da cuando conduce, por lo mal que baila, porque salta y agita los brazos cuando está contenta, por cómo le habla a las flores o acaricia al gato, por el estilo con el que fuma, porque no comete ninguna falta de ortografía, porque conoce todos las infusiones y sus efectos, por su serenidad y calma cuando hace falta, o por su capacidad resolutiva, por cómo enfrenta sus miedos, por el estilo que tiene usando sombreros, porque me lee cuentos, porque es adivina ella e intimamente perceptivo él, por su lucidez o su capacidad de asombro y entusiasmo, por su creatividad suicida, por su incapacidad de desprenderse de los recuerdos, por su desorden ordenado, por su firme ternura, por sus conocimientos de historia, porque es generoso -sin dinero-, porque sabe escribir con pluma, por lo redondos que son sus círculos a mano alzada y lo torcidas que son sus rectas, porque sabe hacer la compra sin listas, por sus manos, por su paciencia o su impaciencia, por su precipitación o su mesura, porque colecciona, porque sabe peinar trenzas y moños despeinados, porque siempre gana al trivial y pierde a los dardos, porque llora en las pelis (hasta en Demolition Man), por llevarme la contraria o por tocarle las pelotas, por cómo combina los complementos, por su picardía, porque para los reyes quiere clicks y espadas, por cómo mima y sobreprotege a los suyos, por cómo guiña los ojos para ver la tele o cómo comenta en voz alta las noticias del periódico, por cómo me desvela cuando está de fiesta con las colegas, por lo buena que es con el cálculo mental, por lo torpe que es con el cristal y los tacones, por como curacurasana con besitos cuando me corto con el cuchillo, por sus chistes tan-tan malos, por ser miembro honorario de la biblioteca, por su sentido de la decoración, por el tiempo y emoción que pierde escogiendo los regalos, porque no sabe decir no, porque sabe decir no, por sus manías inconfesables, por su olor, por su obsesión con el cuidado de los dientes, porque monta mercadillos con el contenido de su bolso en las barras de los bares, porque sabe escribir al revés, porque se come a los malos, porque pelea, por su fetichismo, por lo alto y claro que silba, por sus sms tiernamente contundentes, por su encanto como oradora, por su voz al teléfono, por la rapidez de sus pulsaciones cuando teclea, por su respeto a todos los abuelos, por su elasticidad o su aguante físico, por su orgullo, porque escucha y no sólo oye, porque sabe coser o tejer, porque chupa las gambas y roe las alitas de pollos, por sus fábulas con moraleja, por cómo juega con los azucarillos en el café, por su desverguenza, porque entiende de vinos, por su capacidad de adaptarse en las reuniones sociales -aunque le pese-, porque le dan yuyu las montañas rusas, por su forma de firmar, por sus convicciones, por cómo besa, por negarse a dormir enfadada o porque siempre se despierta sonriendo. *

*The following events and characters are entirely fictional.
Any resemblance to actual events or characters living or dead is purely conincidental.