Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

martes, enero 31, 2006

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Esta ciudad me mira con tus ojos, y parpadea.
Esta ciudad me mira con tus ojos, y parpadea.
Esta ciudad me mira con tus ojos, y parpadea.
Esta ciudad me mira con tus ojos, y parpadea.
Esta ciudad me mira con tus ojos, y parpadea.
Esta ciudad me mira con tus ojos, y parpadea.
Esta ciudad me mira con tus ojos, y parpadea.
Esta ciudad me mira con tus ojos, y parpadea.
Esta ciudad me mira con tus ojos, y parpadea.
Esta ciudad me mira con tus ojos, y parpadea.
Esta ciudad me mira con tus ojos, y parpadea.

viernes, enero 27, 2006

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Dime,

si nunca has jugado al escondite con los secretos,

¿cómo sabes de qué color son los tesoros?



miércoles, enero 25, 2006

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Pesadilla

y resulta
que vistes con un abrazo, los gritos que arañan mis sábanas

de madrugada.

y resulta
que la mejilla que tiembla, desnuda su miedo sobre la palma
de tu mano.

y resulta

y resulta
que quiero que estés ahí, un horizonte contra el que chocar dentro
de mi cama.

lunes, enero 23, 2006

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puta carre(te)ra
III


Ella no era puta. Lo que no tenía era un puto duro y ejercer, lo que se dice ejercer, ejercía el trueque.


(continuará o no)

miércoles, enero 18, 2006

Puta carre(te)ra II


Amanecía sucio cuando la vi. Tirada en el arcén de la autovía, desnuda y de costado. Sobre sus huesos. Parecía un animal despellejado. Al principio no la reconocí y digo reconocer no de identidad, sino como ser humano.

Me contó que tenía 36 y que había sida profesora, de primaria. No tenía motivos para creerla. Me contó que echaba de menos a los niños. Bueno, que a los niños no, que lo que añoraba eran sus ojos. Decenas de pares de ojos en ramillete, escuchándola y quizá quién sabe si admirándola. Fue fácil querer creerla. No me contó nada más. A ratos dormitaba sentada a mi lado, de vuelta a la ciudad. Apestaba.

Cuando la dejé sobre aquella silla de ruedas en la sala de espera de urgencias tan sólo se cubría totalmente los pies, y parte del tronco con un holgado y burlón chaleco reflectante que mostraba impúdico el filo amenazante de su clavícula, la soga al cuello, la apatía de sus hombros, la agitación de sus codos y rodillas en un desequilibrio imposible, la cara y la cruz de unos muslos desposeídos. Al levantar la mano para despedirse se le vieron las tetas, parecían sólo dos pezones enormes, dos garfios sobre los que colgaban gajos desollados de naranja. Se movían despacio, como arrastrándose en un baile tétrico. No quiso quedarse con mi chaqueta. Pero con tus calcetines sí -me contestó- que son de duende.


(continuará)

lunes, enero 16, 2006

.Puta carre(te)ra




Amanecía sucio cuando la vi. Tirada en el arcén de la autovía, desnuda y de costado. Sobre sus huesos. Parecía un animal despellejado. Al principio no la reconocí y digo reconocer no de identidad, sino como ser humano.



(continuará)

viernes, enero 13, 2006

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Creo que este fin de semana

lo pasaré cual belladurmiente

roncando en el sofá,


(y sí, sólo despertaré con un beso.)
(eso.)
(...)
(..)
(.)

jueves, enero 12, 2006

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3.00 am

Nunca lo había hecho con las botas puestas.

Como el gato con botas.

No, como la zorra con botas.

(Por tu culpa,
por esconderle las zapatillas.
Sabes que el suelo está muy frío para la piel desnuda a esas horas de la madrugada.)

miércoles, enero 11, 2006

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08:00 a.m.

Te dejo,
voy a ponerme la capa de superpetardawoman,
y a sacarme el tanga por encima de las medias.



Genial,
te tendré preparada una racion de criptonita para la cena.

lunes, enero 09, 2006



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Estoy
por invitarme a pasear
unida por mis manos
por el Campo de Marte,
a la orilla del Sena
y bajo la Torre Infiel
Como atrasado regalo de reyes
para un autocorneado
amor propi
o

miércoles, enero 04, 2006

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¿Nada?.
No, es decir sí. Que sí vamos, que creo que nada.
Nada de nada.
Entonces va a ser que nada.
Pues eso, nada.