Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

domingo, noviembre 28, 2004

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Cuando tienes por espacio una carretera en obras

las desviaciones

prostituyen

el camino.
Hoy cobro peaje.

viernes, noviembre 26, 2004

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He perdido.

Mil y pico fotografías.
Centenares de canciones.
Todos los archivos del curro, pasado y presente.
Textos y cuentos privados.
Decenas de regalos.
Los recuerdos de los dos últimos años.
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Borrada. Cansada. Perdida. Otra vez.

miércoles, noviembre 24, 2004

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¿Por qué con cada palabra tu lengua lame mis rodillas que se dejan dóciles, anhelantes y expectantes y poco a poco más se separan? Ábreme. ¿Por qué esta sed de ti? Este juego que no es juego. Esta trampa, este arte tuyo que me engatusa, me vicia, me excita a tu antojo, que quiero mío. Este espejismo. Déjame posar las yemas de mis dedos en tu cara, en tus ojos. Quiero aprenderte. Quiero quedarme quieta disfrutando del laberinto que hallaré en tu rostro. Quiero sentir tu respiración acompasada. Quiero.

viernes, noviembre 19, 2004

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Odio todos los despertadores que no huelen a sexo.

Estirar los brazos a la mañana que se carcajea intentando acallar el ring burlón que cercena la dulce utopía del estupor de los sueños. Otro ratito más. Para perderme en la ausencia de las bocas que se evitan por las mañanas, ese aliento que en días impares nos aleja en silencio y en los pares nos come en un solo beso.


Bajo el esbozo de las sábanas en la pantalla de mis párpados se pelean los sentidos con el recuerdo de otros escozores, se difuminan tus caras mientras estos ojos se posan en mis nalgas para sentir el ritmo de tu vientre y tu semen. No ven como pulgar e índice se deslizan entre mis labios menores y mi vulva, unidos, dormida. Acarician los cuartos a un aturdido Morfeo con un golpe de tijera, tus dedos -fríos filos- que se abren en aspa contra la carne caliente, inflamada y apenas lubricada. La mente confundida en su duermevela y el cuerpo inteligente que no la espera, decide, se entrega. Fluye para ti. Por mí en todos tus yoes. Dormida y abierta. Las siete de la mañana. En punto.

Un primer y único ring es suficiente, el de tu polla penetrándome lenta y firmemente, erosionando en su desliz las paredes de mi sexo, que pugnan por ceñirse a él, ellas te masturban con un cosquilleo de descargas que quieren vestirla de fuego, tierra y agua. La dejas reposar quieta, dura, mañanera, en paciente acecho, dentro, bien dentro. Yo capitaneo. Un golpe de timón para despertar, vaticina tempestad. Y en la calma, una voz que se inclina sobre mi cuello y me susurra al oído: buenos días.

martes, noviembre 16, 2004

puTo K.O.(s)


Cuando al ring se suben oponentes,
arbitros,
apostantes,
jugadores,
espectadores,
animadores,
colaboradores,
asistentes,
trabajadores,
socios,
contratistas,
publicistas,
familiares,
soñadores,
despistados,
interesados
y demás capos,
acabas dando un puñetazo a quién no lo merece.
No puedo más.

miércoles, noviembre 10, 2004

puNtadas

Tengo un pespunte por cada renuncia
cosido en mi columna. La cicatrización es un proceso variable en el tiempo pero que tiene sus fases:

.- Inflamatoria y/o exudativa: hemostasia y limpieza de la herida.
.- Proliferación: reconstrucción de los tejidos granulares.
.- Diferenciación: maduración, cicatrización y epitelización.

Acabo de zurcirme un bonito dibujo a punto cruz en el coxis, una X sonrosadita e inflamada.

jueves, noviembre 04, 2004

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Una palabra
una sola palabra es suficiente para que fustigues mi sexo
y empiece a latir

y no hablo de un latigazo de deseo...

martes, noviembre 02, 2004

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En tu castillo de princesas está vedado el recuerdo
de casetas nómadas con paredes a cuadros, techos de lana y suelos de arena. Estrenábamos un noviembre con sabor a despedida y saludamos la noche abrigados bajo las mantas mientras nos dejábamos, una vez más, acunar por cada estallido de las olas golpeándose impotentes, celosas, contra las rocas. Nos despertó la lluvia salpicando suavemente nuestras caras, confundiéndose en el surco erosionado de otras lágrimas. Desde el coche gozamos en silencio de nuestra película y de la tormenta. Implacable, animal y agonizante. Amaneció con tus labios fotografiando mi mejilla. Míos.

Meses después me regalaste todos los negativos.

Es curioso el tacto de la arena fría...
congela cada poro de la piel cerrándolos
y conteniendo un cuerpo que arde poco a poco…

Ayer me traje un puñado en el bolsillo, los pies desnudos y a boreas soplando en mi sonrisa.

lunes, noviembre 01, 2004


2.000

2.002

2.004