Descalza


Deambulo en mi habitación como una loca.
Veo a mi triste sombra seguir inútilmente mis pasos.
La sorprendo besándome el tobillo.
Y por un momento, me río de mí misma
mientras continúo mis pasos sin sentido.

jueves, septiembre 30, 2004

SinpielSinpielsinpiel

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Dibujé mil y una posturas

Para tu sombra dormida en mi almohada

No la despiertes

(Que sólo me queda un pincel de palabras)

***

miércoles, septiembre 29, 2004

...

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¿dónde estás loca?



Castigada Posted by Hello

Gotitas de Angostura para el ego

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Lo que algunos se inventan para conseguir publicidad...

lunes, septiembre 27, 2004


Le dijiste ve delante. Y ella no dudó en que la seguirías. Como tampoco titubeó a la hora de ponerse la falda que tú habías elegido. Sin nada ¿eh? Sí, sin nada, ¿quieres comprobarlo? No. Claro, de su sonrisa y sus ganas te fías. Y la viste marchar confiada y decidida taconeando las calles de la noche que recién se vestía. Torció todas las esquinas, cruzó de acera en acera, llegando sin llegar porque no iba a ninguna parte, debía dejarse atrapar, pero tú no le diste alcance. Te esperó en cada portal, se mostró debajo de las farolas impares, aulló para todas las lunas, desgastó sus pasos en los baches del asfalto, bordeó cada alcantarilla para que tu olfato no perdiera su rastro. Le prometiste calor, pero incauta ella no adivinó que regresaría con los muslos internos en carne viva sí, ardiendo, pero porque las caminatas siempre la dejan escocida

jueves, septiembre 23, 2004

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Dices que me robas las alas y yo que no sé volar,
busco en el espejo plumas en mis costillas pero el doble de mi espalda sólo me devuelve un disfraz de papel cosido a besos, que tiembla cada noche que le susurra vacilante tu llama. Cuidado, ten cuidado, que tan cerca (tan cerca, tan cerca…) puede empezar a arder.

viernes, septiembre 17, 2004



Cuando los besos empezaron a atropellarse
frente al mostrador de sus bocas,

dejaron todas sus lenguas de respetar la vez
robaron los dientes del deseo el turno a las caricias,

vaciaron los estantes de testosterona en oferta,
arrasaron con los congelados de feromonas a saldo,

compraron todos los agujeros y
llenaron el carro con orgasmos 2 x 1.

miércoles, septiembre 15, 2004

Test

Cuando bajas al bar a por un café, lo pagas mientras lo preparan (para ganar tiempo) y te vuelves al despacho sin esperar a que te lo sirvan:

a) asumes que tienes que cambiar de ritmo

b) asumes que tienes que volver a bajar a por él

martes, septiembre 14, 2004

Una de tronos y sierras

Ha vuelto ese sueño. Desde hace unos meses me visita con regularidad. Yo y mi trono, sentada en él toda repantingada y a una altura superior a la fila interminable de personas que esperan su turno para ser consultadas o interrogadas, no sé bien.- ¿Rasuras mi vello púbico o me pintas las uñas de los pies?- No escucho lo que dicen, algo contestan pero no lo recuerdo, sólo sé que no me convencen sus respuestas, aunque todavía no entiendo bien el sentido de mi pregunta ni lo que pretendo con ella. Pero les despacho enérgicamente,-el siguiente-, mientras señalo con mi dedo índice dónde está la puerta; (no sé si al otro lado les espera algún castigo, pero se marchan con cara compungida, triste y asustada). Siempre me despierto llena de energía y vitalidad, nada que ver con el cuerpo que se me queda cuando sueño que me meten en una caja y que me cortan con una sierra todo lo que me sobra porque no cierra la tapa.

lunes, septiembre 13, 2004

En la pista.

Todos bailan con la Rubia. Y tú bailas con cualquiera. Y a mí, a mí sólo me miras. Tus ojos empañando una y otra vez mis gafas. No te esperaba, tu presencia me vuelve torpe enfundada en mis mejores galas, tu carcajada a mi espalda enmudece mis piernas y el dado de quien tira primero y sabe retirarse a tiempo. Caen las copas cuando se escapa la tarde. Y tú siempre estás en la otra esquina de la barra. Un año desde que esquivamos cómplices, la trampa de nuestra aprendiz de celestina. Perros viejos con demasiados cubos de basura pateados en espaldas que cargan noches sin farolas. Y hoy tus manos en todas las cinturas me encelan, vientres planos sobre los que repicarán las campanas de tu torre. Y mi boca se llena de pereza para desnudar lo que no ves en mis caderas. Ese agujero con el que succionan las feas. Los borrachos no mienten y en mi ombligo se desborda la ginebra. Escucho el eco de tus cuartos, y antes de y media sé que me iré a casa y que lo haré acompañada. Vendrá conmigo ella, la borrachera con la que he ligado y que dice llamarse llorona y que te tiene ganas. Pero no dejaré que te salpique en busca del consuelo del trío de las dos en punto. Porque a mí con esa siempre me gustó montármelo, ella y yo sólas.

jueves, septiembre 09, 2004

agh

miércoles, septiembre 08, 2004



Y después de ti

lágrima muda en mi sonrisa presa
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lunes, septiembre 06, 2004

El tiempo se detiene a sudar mis tardes de domingo. Las gotas resbalan de forma vaga, pegajosa, aburrida marcando el ritmo de esta siesta que no me abraza. Me levanto acompañada del sabor amargo de monedas sucias en la boca, me volví a vender por dos duros al mundo de los sueños. Fuera truena y sonríen mis fracasos mientras se burlan de mis pasos secuestrados, amordazados con una cuerda a la pata de mi cama, mis tobillos desisten de pelear antes de empezar. Dicen que quieren ir a todo los lados, pero siempre tienen excusa y hoy; claro, llueve.

viernes, septiembre 03, 2004

(ii)

Me di cuenta de golpe, cuando en mis oídos retumbó el silencio ensordeciendo la música que giraba sobre nosotros en aquel local, concentrados todos los sentidos en la piel de mis yemas, pulgar e índice. Comencé a apartar lentamente mi mano, pequeña y traviesa, cuándo tus ojos tomaron la iniciativa y me susurraron, déjales.

Era el juego, no había más que seguir las reglas sin imaginar que hubiera otra cosa, una especie de verdad o de desesperación.

La conciencia de que mi dedo te acariciaba de nuevo, primero uno y luego dos trepando por tu entrepierna, rozándola, ciñéndola, buscándola, urgente, húmeda, dura, cercana, mía, poseyó el espacio entre tu taburete y el mío, empequeñeciéndolo, difuminándolo bajo la respiración de los dos. Y fue entonces cuando tu –vámonos- empapó bruscamente mis bragas.

miércoles, septiembre 01, 2004

(i)



- Como fuegos artificiales explotando en el coño.
- Que bueno.
- Sí, que bueno...